“Soy un agradecido por mi tratamiento del cáncer de vejiga”

Marcelo Quijanes recibió su diagnóstico en 2021. En FALP, se realizó quimioterapia y una cirugía para la construcción de un reservorio urinario.

Marcelo Quijanes, de 53 años, vive gran parte del día arriba de su camión. Oriundo de Los Andes, en la Región de Valparaíso, y con más de dos décadas en el rubro del transporte, hace dos años detectó un síntoma que le motivó a realizar una serie de consultas y exámenes médicos, los que concluyeron en el diagnóstico de cáncer de vejiga.

Este tipo de patología oncológica tiene una estrecha relación con el consumo de tabaco. De hecho, más del 50% de los casos de cáncer vesical están asociados a este hábito, que Marcelo mantuvo por más de 25 años. “Comencé a fumar cuando tenía 15. Era estudiante, fui deportista, tenía una buena capacidad aeróbica, pero fui aumentando mi consumo hasta que a los 30 años me fumaba dos cajetillas diarias (40 cigarros) al día. Y nunca interrumpí eso”, detalla.

“Como soy conductor, siempre ando por baños públicos. Fue ahí que noté la orina con un leve color salmón”, cuenta. Este primer síntoma fue empeorando con los meses y, tras consultar con el especialista y realizarse una serie de exámenes, se detectó una deformación en la vejiga que fue estudiada mediante una biopsia.

“El doctor me dijo: Marcelo, tienes cáncer, está súper avanzado, tu vejiga está invadida y hay que extirparla, porque si no el cáncer va a pasar a otros tejidos y generará metástasis. Tienes que hacerlo luego”, recuerda. Con ese diagnóstico, y junto a su hija, Marcelo llegó a FALP, donde le comunicaron que era candidato para participar de uno de los estudios clínicos de la institución.

“Estaba muy ilusionado de participar en el estudio”, dice. “No puse ningún peso para el tratamiento, el estudio clínico me financiaba todo. Soy un agradecido infinito de la Fundación en ese sentido”, agrega.

Marcelo se realizó quimioterapia y además una cirugía para la construcción de un reservorio urinario denominado neovejiga, intervención a cargo del Dr. Pedro Recabal, cirujano urólogo- oncólogo de FALP. Una neovejiga se asemeja a una vejiga nativa y cumple las mismas funciones, permitiendo a la persona orinar voluntariamente y mantener el control durante la micción.

Para Marcelo, “la operación fue muy satisfactoria, estaba muy contento. Al principio fue difícil acostumbrarme, porque con la neovejiga se producen cambios en los hábitos para orinar, pero eso se fue controlando con el tiempo. Además, la neovejiga creció, ganando más capacidad de retención. Ahora, afortunadamente, puedo hacer mi vida normal.”

Luego de tres años de tratamiento, hoy Marcelo se encuentra con controles cada tres meses: “Ha sido un proceso largo, de mucha paciencia, pero sumando y restando valió la pena todo el esfuerzo que hice. El doctor fue claro y me dijo que el proceso sería complejo y extenso, pero sobre esa base puse todo de mi parte para salir adelante”.

Una nueva vejiga

“Es muy importante concientizar sobre el cáncer de vejiga, ya que es una enfermedad que puede avanzar rápido y ser letal si no se trata a tiempo. Por lo tanto, un diagnóstico oportuno puede cambiar signicativamente su pronóstico y tratamiento.

Cuando el tratamiento incluye la extirpación de la vejiga, en ocasiones se construye una neovejiga, como fue en el caso de Marcelo. La neovejiga es un depósito para almacenar la orina, simulando una vejiga, que se confecciona utilizando un trozo de intestino del paciente. Al inicio la neovejiga tiene pequeña capacidad, pero luego esta va aumentando hasta lograr la de una vejiga normal. Si no hay complicaciones, este tratamiento puede durar toda la vida”.

Dr. Pedro Recabal, cirujano urólogo-oncólogo de FALP y médico tratante de Marcelo Quijanes.

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