Los tratamientos contra el cáncer generan múltiples efectos secundarios que repercuten directamente en la vida sexual de quienes los reciben. Entre ellos, se puede presentar la disminución de la lubricación vaginal, disfunción eréctil, cambios hormonales y tratamientos que tienen un impacto directo con la fertilidad y la proyección de formar una familia. “Otro factor físico importante son los cambios de imagen corporal que generan una afectación anímica”, agrega la psicooncóloga.
A estos factores se suma el componente emocional. “Los síntomas ansiosos o depresivos pueden generar cierto distanciamiento de los espacios de intimidad, tanto propios como con la pareja”, explica Nataly Maturana.
Cuando estos síntomas afectan la salud sexual y la calidad de vida del paciente, es fundamental abordarlos con el apoyo de los distintos profesionales de la Unidad de Apoyo Psicológico y Salud Mental de FALP. Esta unidad cuenta con una red de especialistas en psiquiatría, psicología y trabajo social enfocados en las necesidades específicas de los pacientes oncológicos.
La psicooncología trabaja diversas aristas de la sexualidad afectada por el cáncer. Desde el fortalecimiento del autoconcepto y la imagen corporal, hasta talleres para parejas y familias que permiten abrir la conversación y mejorar la comunicación. “Es relevante que este apoyo tenga un enfoque integral con los distintos profesionales (médicos, kinesiólogos, nutricionistas, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos) considerando un enfoque de género y el conocimiento de la diversidad sexual ”, agrega la psicóloga.