A nivel mundial, el cáncer de ovario ocupa el 10° lugar en incidencia y mortalidad entre todos los tipos de cáncer, según datos de Globocan 2022. El riesgo de desarrollar esta enfermedad aumenta en un 2% en mujeres menores de 50 años y en un 11% en mayores de 50.
Los principales factores de riesgo son la menarquia precoz, la menopausia tardía y las mutaciones genéticas. El Dr. Clemente Arab, Jefe de Ginecología Oncológica de FALP, comenta: “Tanto la pubertad precoz en las niñas como la llegada de la menopausia de manera tardía en las mujeres adultas, son parte de los detonantes de este cáncer. La mayoría de los cánceres de ovario hereditarios se deben a mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2”.
Además, hay un obstáculo no menor para detectar estos tumores, ya que no existe una forma de diagnóstico temprano. De manera preventiva, se recomienda que a la mujer se le extirpen las trompas de falopio si se somete a una cirugía ginecológica benigna, como la extracción del útero por miomas, por ejemplo, o si se ligan las trompas como método de esterilización quirúrgica.