Automedicación, un riesgo del que hay que tomar conciencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la automedicación como la selección y uso de los medicamentos por parte de las personas para tratar síntomas o enfermedades identificadas por ellas mismas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la automedicación como la selección y uso de los medicamentos por parte de las personas para tratar síntomas o enfermedades identificadas por ellas mismas. Sin embargo, si bien los fármacos son beneficiosos para el tratamiento de distintas patologías, pueden ser potencialmente dañinos si se utilizan de forma inadecuada o interactuar con otros medicamentos, disminuyendo su efectividad o aumentando la aparición de reacciones adversas.

Los medicamentos oncológicos requieren de un estrecho seguimiento por el equipo interdisciplinario de quimioterapia ambulatoria, debido a que pueden generar una amplia gama de reacciones adversas, tales como náuseas, vómitos, dolor abdominal, caída del cabello, entre muchas otras. Este equipo está compuesto por médicos, enfermeras, químicos farmacéuticos, técnicos, etc, quienes están periódicamente atentos a la aparición de estos efectos para indicar la administración de medicamentos u otras medidas que reduzcan estos síntomas.

Cuidado con las enfermedades asociadas

A menudo, los pacientes bajo tratamiento oncológico presentan dolencias preexistentes, tales como diabetes, hipertensión, hipotiroidismo, antecedentes de salud mental, etc, por las cuales también pueden estar bajo tratamiento farmacológico.

En este contexto, los pacientes con cáncer suelen recibir indicación de numerosos medicamentos de acuerdo con su condición médica particular, pero que si son administrados con otros, o consumidos por cuenta propia, podrían generar un impacto negativo en el control de su estado de salud.

La automedicación incluye no sólo a los medicamentos “tradicionales” sino también a los suplementos, medicinas naturales y/o alternativas, los cuales también pueden interferir con el tratamiento oncológico.

Por otro lado, dentro del amplio mundo de los medicamentos están incluidos aquellos de origen natural o fitofármacos. Estos también deben ser analizados, ya que pudieran interactuar de igual forma que los medicamentos “tradicionales” y generar reacciones adversas.

Recomendaciones

La principal recomendación es evitar el consumo de medicamentos no indicados por sus médicos tratantes. Esto incluye tanto a su oncólogo como a los otros especialistas que controlan sus comorbilidades, ya que hay medicamentos que no pueden utilizarse en conjunto por el riesgo que aumenten las reacciones adversas o la posibilidad de disminución/anulación del efecto de algún fármaco.

Pese a esto, la automedicación es un problema bastante frecuente entre la población. Es común que las personas, por su propia cuenta, consuman medicamentos y/o suplementos alimenticios de venta libre en las farmacias, ya que asumen que no tendrán consecuencias dañinas. Un ejemplo de esto es la alta ingesta de paracetamol en el mundo, medicamento que puede generar daño hepático irreversible si se consume en dosis elevadas.

Además, es común ver en redes sociales y en la televisión acerca de medicamentos “milagrosos” que muchas veces no están validados por estudios científicos que certifiquen su seguridad y efectividad o no tienen permiso de venta por parte del Instituto de Salud Pública.

Por otro lado, un reciente estudio realizado en Francia reveló que el 56% de los pacientes con cáncer encuestados tomaba medicación o suplementos no prescritos por ningún médico (Maraud J et al. Self-Medication during and after Cancer: A French Nation-Wide Cross-Sectional Study. Cancers 2023, 15, 3190).
Debido a esto, en pos de su seguridad, es importante que siempre declare si consume este tipo de medicamentos o suplementos, ya que durante su tratamiento oncológico podrían aparecer reacciones adversas y es esencial conocer las posibles razones detrás de esto, ya que no siempre son causadas por la quimioterapia.

Ante cualquier duda por favor contacte a su médico, enfermera y/o químico farmacéutico.

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