Diversos estudios señalan que algunos alimentos contienen compuestos bioactivos que, en el marco de una dieta equilibrada y un estilo de vida sano, pueden ayudar a proteger las células, fortalecer el sistema inmunológico y favorecer el buen funcionamiento del organismo, gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias o a su capacidad para regular funciones hormonales o metabólicas.
“Dentro de las recomendaciones internacionales, la alimentación es uno de los pilares fundamentales para prevenir algunos tipos de cáncer, sobre todo aquellos del tracto digestivo. Lo más recomendado es la dieta mediterránea, que consiste en ingerir alimentos variados, priorizando aquellos ricos en Omega 3 —como pescados, semillas y frutos secos—, además de verduras y frutas”, explica Carolina Toro, nutricionista del Instituto Oncológico FALP.