La atención domiciliaria es una respuesta programada y coordinada de atención al paciente que no tiene la capacidad física para acudir a las consultas ambulatorias debido a la progresión de su enfermedad.
Está constituido por profesionales médicos, y de enfermería, permitiendo satisfacer las necesidades paliativas en el entorno habitual del paciente, facilitando y acompañando la labor de los cuidadores, garantizando así la continuidad de la atención y la permanencia del paciente en su entorno familiar.
Este servicio requiere de una evaluación previa con la finalidad de definir si el paciente cumple con los criterios específicos establecidos por la Unidad para optar a este beneficio.