Salud bucal durante el tratamiento oncológico

Un informe de la OMS del 2022 puso a Chile dentro del grupo de países con mayor cantidad de caries no tratadas de dientes permanentes en mayores de cinco años, con un porcentaje que va del 40,6% al 55,7% de la población en tal estado, lo que explica que desde los 64 años hacia arriba tengamos un promedio de 18 piezas perdidas.

Asimismo, una encuesta realizada por Fundación Sonrisas (2022) mostró que el 94% de los dentistas consultados considera que los chilenos no poseen los hábitos necesarios para prevenir el daño dental y que solo una de cada tres personas logra un acceso cien por ciento oportuno a la atención en este campo de la salud.

Esto es complejo a nivel país, no solo por el impacto en la salud de la población general, y en especial en los grupos de riesgo como los pacientes que iniciarán tratamiento oncológico o ya están en este.

Cuidados previo y durante el tratamiento

El Dr. Yerko Leighton, odontólogo cirujano maxilofacial de FALP, da algunos  consejos importantes para cuidar la salud bucal durante la terapia oncológica:

  • Realizar un aseo bucal frecuente al menos 3 veces al día, 30 minutos después de las comidas y antes de acostarse.
  • Utilizar cepillo de dientes de cerdas suaves, pasta dental con flúor (en caso de estar en tratamiento oncológico o sensibilidad dental, usar pasta sin mentol) y seda dental.
  • Usar enjuague bucal suave, sin alcohol, idealmente odontológico, ya que este llega a donde el cepillo no lo hace. También se pueden utilizar enjuagues bucales con infusiones de matico y bicarbonato, los cuales deben prepararse diariamente.
  • Evitar alimentos muy calientes o muy fríos, picantes, ácidos, crujientes o irritantes, que pudieran lesionar la boca, especialmente al estar sensible días post tratamiento.
  • Evitar el consumo de alimentos azucarados debido a su alta relación con la aparición de caries. Si los consumes, lávate siempre los dientes posteriormente.
  • Mantener la boca hidratada y cuidar los labios. Para ello, beber líquidos a temperatura ambiente, varias veces al día, o utilizar geles hidratantes con ácido hialurónico o bálsamos labiales.. 
  • Evitar el alcohol, tabaco, gaseosas y alimentos salados, entre otros, ya que estos resecan la boca.
  • Realizar un control odontológico preventivo antes del inicio del tratamiento oncológico. La idea es pesquisar cualquier problema dental o de encías y tratarlo de manera precoz, para evitar complicaciones durante la quimio o radioterapia (se recomienda que esto se haga 21 días antes de iniciar el tratamiento oncológico, siempre bajo el conocimiento de su oncólogo, hematólogo o radiólogo tratante). 
  • Efectuar una limpieza dental, destartraje y aplicación de flúor previo al inicio del tratamiento.
  • Una vez iniciado el tratamiento oncológico, las enfermeras educadoras -en conjunto con el médico tratante- vigilarán las diferentes reacciones que se vayan presentando durante este período. Es por esto que los hábitos de limpieza dental son tremendamente importantes para mantener las encías sanas, prevenir la aparición de caries y evitar que durante esta etapa aparezcan lesiones que se puedan infectar (como la mucositis, inflamación e irritación al interior de la boca y garganta, pudiendo aparecer incluso heridas, debido al tratamiento de quimioterapia y/o radioterapia).

Por este motivo es que en la unidad de Quimioterapia Ambulatoria de FALP, las enfermeras educadoras realizan seguimiento y tiene contacto directo con los pacientes, de tal manera que estos puedan consultar y avisar, ante la aparición de lesiones o síntomas de alarma como dolor al tragar o comer, heridas o úlceras en la boca, fiebre, cambio en la voz, incapacidad para comer, entre otros.

Recuerda que como paciente oncológico, durante el tratamiento no podrás realizarte procedimientos odontológicos, a menos que lo autorice tu médico tratante (oncólogo, hematólogo o radiólogo).

Cuidados previo y durante el tratamiento

Es importante mantener una buena higiene bucal y para esto la prevención es fundamental. Para esto:

Consulta a tu dentista 2 veces al año. Dependiendo del paciente, en algunos casos el control dental puede realizarse cada 4, 6, o 12 meses.)

Hacerse una limpieza dental y destartraje más aplicación de flúor. En casa, lavarse los dientes al menos 3 veces al día y utilizar seda dental, entre otros.

El control frecuente de nuestra boca, no solo nos ayuda a prevenir la pérdida de piezas dentales, sino que además permite la pesquisa pronta de signos de cáncer de boca, especialmente en pacientes fumadores, que tienen mayor riesgo.

Asimismo, las infecciones bucales pueden provocar problemas al corazón y otros órganos importantes, o dificultades  digestivas que pueden llevar a una insuficiencia intestinal o a un síndrome de colon irritable, entre otros.

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