El cáncer del cuello del útero se puede evitar con acciones como la vacunación. También es posible detectarlo precozmente mediante la realización de los controles ginecológicos anuales, el uso de la prueba de VPH y el Papanicolaou (PAP) de forma seriada, con el fin de controlar a las pacientes portadoras de los virus de alto riesgo, es decir, aquellos capaces de provocar cáncer (VPH 16, 18, 31, 33 y 35) y lesiones malignas.