En ese contexto, iniciativas como FALP ColonControl, buscan facilitar el acceso al FIT mediante la autotoma, promoviendo un enfoque de prevención activa. Se puede acceder de manera particular o a través de Programas de Prevención a Empresas de FALP. El procedimiento es sencillo: la persona recibe un kit que contiene un tubo recolector para tomar una pequeña muestra de heces. Luego, la debe entregar a la Unidad de Toma de Muestras de FALP, donde es analizada. Si el resultado es positivo, un médico debe indicar una colonoscopía para confirmar o descartar la presencia de lesiones.
A diferencia de otros métodos, el test FIT es de bajo costo y se puede realizar desde la privacidad de la casa. Sin embargo, su cobertura aún es baja. “Esperamos que esta herramienta, que desde este año está codificada por Fonasa, pueda masificarse, ya que necesitamos llegar a un porcentaje elevadísimo de la población, sobre un 60% para que de esta forma sea una herramienta útil y así disminuir sobretodo la mortalidad y las complicaciones asociadas tanto al cáncer como a sus tratamientos” sostiene el Dr. José Miguel Bernucci.
Se estima que 9 de cada 10 casos de cáncer colorrectal pueden curarse si son detectados a tiempo. La utilización de este test no solo implica una herramienta diagnóstica, sino un cambio en la forma en que enfrentamos el cáncer: pasar de reaccionar a prevenir.