HELICOBACTER PYLORI
Son factores de riesgo para el desarrollo del cáncer gástrico la dieta rica en alimentos con mucha sal, ahumados y procesados; un bajo consumo de frutas y verduras; el consumo de tabaco y alcohol; el reflujo gastroesofágico (muy asociado a la obesidad), y, en un porcentaje menor (del 5% al 10%), el componente hereditario.
Sin embargo, el factor predisponente por excelencia es la bacteria H. pylori: esta es una infección frecuente en la población, que se puede transmitir por el consumo de alimentos o aguas contaminadas, o por contaminación de objetos o comidas con heces de una persona infectada hasta una persona sana, por lo cual se recomienda lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño. Si la bacteria coloniza el estómago, puede llegar a producir una inflamación crónica que puede llegar a generar cáncer.
“Si se determina que la persona tiene esta bacteria, hay que tratar la infección de inmediato con antibióticos, porque es un factor modificable. Es lo que se recomienda, aunque no haya síntomas”, aclara el Dr. Hoefler.
En Chile, la situación de la H. pylori se mantiene más o menos estable, acota, “pero lamentablemente la curva que está extremadamente alta es la de la obesidad, que va a asociada a reflujo y mala alimentación”.
Las personas que tienen familiares directos (padres, hermanos o hijos) con cáncer gástrico deben estar más atentas; si el familiar cercano tuvo el cáncer antes de los 40 años, con mayor razón. “Deben realizarse una endoscopia y revisar si tienen alguna predisposición genética. También, deben examinarse de manera recurrente quienes tengan gastritis crónica atrófica, porque igual corren mayor riesgo de desarrollar este cáncer”, dice el cirujano.
SÍNTOMAS QUE SE NORMALIZAN
En sus etapas iniciales, el cáncer gástrico no presenta una sintomatología muy característica. La mayoría de las veces la detección es tardía, provocando que el tratamiento sea más complicado y el pronóstico, peor. En nuestro país, esta enfermedad constituye una preocupación, precisa el Dr. Hoefler. “En hombres, es la primera causa de muerte por cáncer, y la tercera en mujeres, así que es relevante. Por lo mismo es que está incorporado en el GES (Garantías Explícitas en Salud)”.
Los primeros signos de la enfermedad suelen asumirse como malestares habituales. Pueden ser comunes a otros trastornos digestivos, por lo que se ignoran o se diagnostican como gastritis: ardor, acidez, saciedad precoz, reflujo, malestar después de comer frituras, entre otros. “Pero si se trata de síntomas que el paciente no había tenido antes, o por lo menos no con esa intensidad, y si persisten más de una semana, no hay que pensarlo mucho y consultar para hacerse una endoscopia”, especifica.
La pérdida de 5 o 10 kilos y presentar síntomas como anemia y vómitos son señales de alarma y por lo general reflejan una enfermedad más avanzada. En Chile, indica el médico, un 90% de los pacientes debuta con un cáncer en estado avanzado, generalmente a causa de síntomas que se han minimizado.
“Es importante tener un estilo de vida saludable, en el sentido de seguir una dieta mediterránea, que ha demostrado tener menos posibilidades de desarrollar cáncer gástrico. Frente a cualquier síntoma persistente, de más de 14 días, se debe hacer una endoscopia para un diagnóstico oportuno y así contar con mayores probabilidades de tener un tratamiento curativo”, concluye el Dr. Hoefler.