FALP: 10 años a la vanguardia en cirugía robótica

En la última década, el equipo multidisciplinario de Fundación Arturo López Pérez (FALP) ha realizado más de tres mil cirugías robóticas, consolidándose como líder en esta tecnología en la región. “Nuestra experiencia es considerable en procedimientos robóticos en urología, cirugía torácica, ginecología y cirugía digestiva. En un par de meses iniciaremos el Programa de Cirugía Robótica en Cabeza y Cuello, lo que representa un avance importante para nuestros pacientes”, explica el Dr. Jorge Díaz, jefe de Urología de FALP.

Aunque en los últimos dos años han surgido nuevas plataformas robóticas y más instituciones han incorporado robots a su arsenal terapéutico, FALP sigue a la vanguardia con más de una década de experiencia en cirugía robótica.

“Estas tecnologías han permitido realizar intervenciones más precisas, resolver problemas complejos mediante abordajes mínimamente invasivos, lo que ha mejorado significativamente la calidad de vida de los pacientes, reduciendo los tiempos de recuperación, el dolor postoperatorio y la estadía hospitalaria”, añade  el Dr. Díaz.

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Además de la innovación tecnológica, FALP ha conformado un equipo multidisciplinario especializado, lo que ha impactado positivamente en el tratamiento del cáncer. Un claro ejemplo de ello es la cirugía robótica aplicada al tratamiento del cáncer al pulmón. Según el Dr. Juan Emilio Cheyre, jefe de Cirugía de Tórax de FALP, esta tecnología cumple dos roles clave.

El primero se refiere a la capacidad de realizar resecciones más pequeñas en caso de tumores de menor tamaño.

“El cáncer de pulmón es una enfermedad progresiva que comienza con tumores muy pequeños y, si no se trata, puede evolucionar a tumores más grandes con compromiso ganglionar. Tradicionalmente, para los tumores pequeños, se realizaba una resección pulmonar extensa, como una lobectomía o neumonectomía, que implicaba la remoción de grandes porciones de pulmón”, explica el Dr. Cheyre.

La cirugía robótica, sin embargo, permite efectuar resecciones más conservadoras, preservando áreas cruciales del pulmón y estructuras vitales como pequeños vasos sanguíneos.

El segundo rol que desempeña la cirugía robótica es en los  pacientes con tumores grandes que han recibido tratamientos previos como quimioterapia o inmunoterapia. Estas terapias pueden generar fibrosis o adherencias en las estructuras vasculares o bronquiales, lo que complejiza la cirugía. “En estos casos, la precisión del robot nos permite realizar resecciones complejas de manera más segura y sin necesidad de hacer grandes incisiones”, detalla el Dr, Cheyre.

El principal desafío para FALP en el futuro será seguir estandarizando nuevos procedimientos complejos, con el fin de lograr resultados aún más seguros y ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes. “Nuestro objetivo es ampliar el alcance de  esta tecnología para que  más pacientes puedan beneficiarse, aportando mayor valor a los tratamientos y buscando siempre mejores  resultados oncológicos y funcionales”, concluye el Dr. Díaz.

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